Ya habíamos diseñado en el 2003 este piso y ahora nos disponíamos a rediseñarlo sin perder sus características principales: espacio abierto, versátil, continuo y fluido. Abandonamos la idea de cerrar la cocina con vidrio y buscamos integrarla completamente en la sala.

Este diseño se basa en un bloque de armarios que divide y da servicio tanto a las habitaciones y al baño como a la sala y la cocina, abriéndose hacia ambos lados.

El pavimento se cambió por completo, colocando un parqué de roble natural con barniz ecológico, aplicado también en la cocina. La cocina está organizada en dos bandas de grandes cajones, tiene un color café con leche que recubre todos los elementos: puertas, encimeras i tiradores.

Se buscaron materiales saludables e higiénicos que proporcionasen bienestar; las puertas de la cocina tienen un recubrimiento nano tecnológico, que se auto repara y garantiza la higiene.

El blanco mate de las paredes lavables se rompe con algún toque de azul pavo aterciopelado y con un rosa intenso que recoge la cama en la habitación infantil.

Destaca el diseño de mobiliario a medida, a veces ligero y suspendido y en la mayor parte integrado en el muro y camuflado.

Las plantas acaban de dar el ambiente cambiable al espacio, con su verdor y su tiempo biológico.